"Su Actitud + Aptitud = su Altitud"
Valores: materia prima de la
educación
Profesor:
MUCHOS ESTUDIANTES SOLICITAN NOTAS COMO SI SE TRATARA DE CONSEGUIR CAMISETAS GRATIS.
Fue un error novato. Después de 10 años debería haberlo sabido, pero fui a mi oficina al día siguiente de que fueran colocadas en cartelera las calificaciones finales. Alguien golpeó tentativamente a la puerta. ¿Profesor Wiesenfeld?, estuve en su curso de Física. Salí mal. Me pregunto si hay algo que pueda hacer para mejorar mi calificación. Pensé: ¿por qué me lo preguntas? ¿no es tarde para preocuparse?.
Luego de que el estudiante me contase sus penurias y se fuera, sonó el teléfono: "saqué un 2.5 en su materia. ¿Hay alguna manera de que usted la cambie por 2.95 ?". Después comenzó el asalto por correo electrónico. "Soy demasiado tímida para ir a hablar con usted, pero no para pedirle una mejor calificación. De todas maneras, vale la pena intentarlo, verdad?". Al otro día tuve tres mensajes telefónicos de estudiantes pidiéndome que los llamara. No lo hice.
Hubo un tiempo en que uno recibía una calificación y eso era todo. Podíamos gemir y lamentarnos, pero había que aceptarlo como resultado de nuestros esfuerzos. En los últimos años, sin embargo, algunos estudiantes han desarrollado la tendencia a comportarse como un consumidor descontento, si no les gustan sus notas, acuden al mostrador de "devoluciones" para cambiarlas por otra mejor. Lo que me alarma es su indiferencia hacia las calificaciones como indicios del esfuerzo personal. Cuando se les presiona a responder por qué creen que merecen mejores notas, muchos admiten que no se las merecen, pero que les gustaría tenerlas.
Habiendo crecido en un ambiente donde se otorgan estrellas doradas en reconocimiento al esfuerzo y caritas sonrientes por mostrar dignidad, han aprendido que pueden avanzar sin trabajar mucho si pueden convencer al profesor para que les dé una oportunidad. Esta actitud va más allá del cinismo. Hay una extraña inocencia tras la idea de que uno puede esperar (e incluso merecer) una mejor calificación simplemente rogando por ella.
Con esa perspectiva supongo que no me debería haber sentido tan asombrado por el hecho de que 12 estudiantes me pidieran que cambiara sus notas luego de que estas fueran publicadas. Este número representa el 10% de mis alumnos quienes dejaron pasar tres meses de exámenes parciales, exámenes rápidos e informes de laboratorio antes de que ya no hubo más remedio. Mis estudiantes graduados llaman a esto pensamiento hiper-racional; si el esfuerzo y la inteligencia no son importantes, ¿por qué deberían serlo las fechas límites?
Lo que importa es obtener mejores notas mediante una bonificación inmerecida, lo que equivale -en términos académicos- a ganarse una grabadora o una camiseta gratis. Sus razonamientos para obtener mejores notas a menudo ignoran el rendimiento académico. "Si mi calificación no sube a 3.5, pierdo mi beca"; "si no me coloca un 3.0, no me dan más estudio". Al parecer soy el responsable de que alguien pierda una beca, abandone sus estudios, o decida si la vida tiene sentido. Quizá estos estudiantes me ven como un agente de bienes con algo que ellos desean sin trabajar. Lo que la Universidad realmente ofrece (es la posibilidad de aprender) es considerado irrelevante, poco menos que inútil debido a que requiere mucho trabajo y largas horas.
En una sociedad saturada de valores superficiales, el amor por el conocimiento en sí suena como algo excéntrico. Los beneficios de la fama y la riqueza son los más obvios, ¿es correcto culpar a los estudiantes por reflejar los valores superficiales que saturan nuestra sociedad? Por supuesto, es correcto. Lo que debería hacer esta gente es tomarse a sí mismos en serio ahora, ya que nuestro país se verá forzado a tomarlos en serio después, cuando haya mucho más en juego. Deben reconocer que su actitud no sólo es autodestructiva, sino que es socialmente destructiva.
La pérdida del control de calidad (dar las notas apropiadas a los logros) es una gran preocupación en mi área. Un colega me hizo notar que un estudiante de física podía obtener un título sin jamás haber respondido ni una pregunta de un examen por escrito. ¿Cómo? mediante la obtención de créditos parciales y adicionales. Y con cierta ayuda en sus notas. Pero, ¿qué sucede una vez que esa persona se gradúa y logra un trabajo? Ahí es cuando se multiplican los percances que resultan de la pérdida de niveles académicos.
Nos lamentamos de que los estudiantes sean "impulsados hacia arriba" hasta que salen de la secundaria, pese a ser analfabetos e ineptos en matemáticas; pero parecemos despreocuparnos de graduados universitarios cuyas menos flagrantes deficiencias son mucho más dañinas si sus credenciales exceden sus habilidades.
La mayoría de mis estudiantes se especializan en ciencias e ingeniería. Si son buenos en la obtención de notas parciales, pero no en dar respuestas correctas, eso significará que el nuevo puente se derrumbará o que el nuevo medicamento no resultará. Se encuentran ejemplos, aquí en Atlanta. El año pasado una torre de iluminación del estadio olímpico se desplomó, matando a un trabajador. Se cayó debido a que un ingeniero calculó mal cuánto peso podía resistir. Un edificio nuevo de 14 pisos podría desarrollar peligrosas grietas debido a más de 15 centímetros de desnivel en su base. El error se debió a datos incorrectos que se suministraron a una computadora. Esas son consecuencias en el mundo real, debidas a errores y falta de experiencia.
Pero esa lección es ignorada por el 10% quejoso. Diga que no quiere (no que "no puede", sino que "no lo hará") cambiar la calificación que merecen por la que ellos desean y a menudo se quedan perplejos o enojados. No piensan que sea correcto que se les juzgue según su rendimiento y no según sus deseos o "potencial".
No piensan que sea justo poner en peligro sus becas o están en peligro de dejar sus estudios, sencillamente porque no pudieron hacer o porque no hicieron su trabajo. Pero es más que justo, es algo necesario para ayudar a preservar el mínimo de calidad que nuestra sociedad necesita para mantener su seguridad e integridad. No sé si los estudiantes de última hora aprenderán esa lección, pero yo he aprendido la mía. De aquí en adelante, después de que se hayan colocado en cartelera las notas definitivas, me esconderé hasta que comience el próximo período.
Por: KURT WIESENFELD
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Profesor y Alumno:
¿CUANDO ALGUIEN TE OFRECE ALGO QUE NO QUIERES, LO RECIBES?
'Era un profesor
comprometido y estricto, conocido también por sus alumnos como un hombre justo y
comprensivo.
Al terminar la clase, ese día de verano, mientras el maestro organizaba
unos documentos encima de su escritorio, se le acercó uno de sus alumnos y en
forma desafiante le dijo:
- Profesor, lo que más me alegra de haber terminado la clase es que no tendré que escuchar más sus tonterías y podré descansar de verle esa cara aburridora. El alumno estaba erguido, con semblante arrogante, en espera de que el maestro reaccionara ofendido y descontrolado.
El profesor miró al alumno por un instante y en forma muy tranquila le preguntó:
- ¿Cuando alguien te
ofrece algo que no quieres, lo recibes?
El alumno quedó desconcertado por la calidez de la sorpresiva pregunta.
- Por supuesto que no.
-contestó de nuevo en tono despectivo el muchacho-.
- Bueno, -prosiguió el profesor-, cuando alguien intenta ofenderme o me
dice algo desagradable, me está ofreciendo algo, en este caso una emoción de
rabia y rencor, que puedo decidir no aceptar.
- No entiendo a qué se refiere. -dijo el alumno confundido-.
- Muy sencillo, -replicó el profesor-, Tú me estás ofreciendo rabia y
desprecio y si yo me siento ofendido o me pongo furioso, estaré aceptando
tu regalo, y yo, mi amigo, en verdad, prefiero obsequiarme mi propia
serenidad.
- Muchacho, -concluyó el profesor en tono gentil-, tu rabia pasará, pero
no trates de dejarla conmigo, porque no me interesa; yo no puedo controlar
lo que tú llevas en tu corazón, pero de mí depende lo que yo cargo en el
mío. Cada día, en todo momento, tú puedes escoger qué emociones o sentimientos
quieres poner en tu corazón y lo que elijas lo tendrás hasta que decidas
cambiarlo. Es tan grande la libertad que nos da la vida que hasta tenemos la
opción de amargarnos o ser felices. Para buscar pues, la calma interior,
no vayas donde todo es calma sino donde no hay paz, y se tú la paz. De esta
forma la encontrarás al darla, y la tendrás en la medida en que veas que otros
necesitan de tí para calmarse'. Te deseo un feliz día.
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Puede descargar aquí una Anécdota tecnológica
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Algunas de mis favoritas "Citas Citables":
CUANDO SALE EL SOL, YA DEBES ESTAR CORRIENDO".
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DIOS bendiga su camino.